Sunday, May 22, 2011

Vivirsinreloj


Tengo la manía de hacerlo todo de golpe. De pensar en el momento, de olvidarme de lo que viene después. El vicio de gesticular mucho cuando hablo y el de confiar a la mínima. El de decir lo que pienso sin reparo alguno. El vicio de no parar hasta caerme, o hasta que consigan pararme. El de cantar en la ducha la canción más penosa del mundo, o el de arriesgar al máximo con los bordillos de las aceras. El de querer a alguien hasta el límite de los límites. También tengo el vicio de equivocarme, de cometer errores que son difíciles de reparar. O el vicio de sacar el lado bueno de todo y sí, se que un optimista es un pesimista mal informado, pero a veces es mejor dejar que algunas cosas 'pasen por alto', y dejarse llevar. Lo siento, he dicho que tengo vicios, no problemas. Ahora piensa lo que quieras.

Monday, May 2, 2011


Todos pedimos al menos un deseo al año, sobre las velas en nuestro cumpleaños.

Pero algunos de nosotros pedimos más. Con alguna pestaña, lanzando una moneda en alguna fuente, a las estrellas...y de vez en cuando, alguno de esos deseos se vuelve realidad.

Y luego ¿qué?, ¿Es tan bueno como lo deseamos? ¿Rozamos con ese deseo la gran fortuna de la felicidad? ¿O, nos damos cuenta que tenemos una larga lista de deseos esperando a ser deseados?

No deseamos para tener las cosas fáciles, deseamos para tener grandes cosas. Cosas ambiciosas, que están fuera de nuestro alcance.

Deseamos porque necesitamos ayuda y estamos asustados y después nos damos cuenta de que quizás, hemos estado pidiendo demasiado.

Así que seguimos deseando, porque a veces, inesperadamente, fuera de todo pronóstico, aquello que deseamos se vuelve realidad...

Sunday, May 1, 2011



El fuera de juego era evidente. Pero no lo ví o no quise verlo. Hasta que me cansé de canciones que se convierten en caminos, y de caminos que me llevan siempre al mismo sitio. Borré tu nombre de mi frente. Y es que prefiero perderte que perderme. No quiero que notes que no me voy a quedar nunca más. Elijo tragarme todas esas palabras que nunca te he dicho porque me falta valor, y a ti te sobran mentiras. Porque si me juego la boca una vez más contigo acabaré perdiendo el corazón. Y es que eres mi problema. También mi remedio, pero no quieres ponérselo a esto. Por eso ahora, entre quemarte o quemarme, prefiero quedarme. Yo, me, mi, sintigo.